sábado, 9 de febrero de 2013

Casa Vasca en A Coruña


Conocimos este restaurante gracias a la generosísima invitación de un cliente y, a pesar de ello, amigo, que vivió en esta lluviosa ciudad durante unos años y conoce personalmente a sus dueños, a quienes también tuvimos el gusto de conocer.

No nos gusta mucho hacer listados de mejores o peores restaurantes. De hecho este blog no lleva ese camino, se trata de hacer nuestro comentario personal sobre sitios que nos han gustado, pero en este caso creo que no me confundo si digo que es el sitio más espectacular del blog, y dudo que pongamos otro de este nivel en bastante tiempo. Eso sí, no podemos hablar de precio porque fue una invitación. Bueno, al lío. 

El sitio está ubicado en un enclave muy especial, justo al lado de la Plaza de María Pita, lugar del que mi padre, coruñés de nacimiento, me ha hablado y me habla en tantas ocasiones. Un lugar con mucho encanto.

El local no es ninguna locura, es pequeño, sobrio..., pero acogedor, elegante.



En cuanto a la comida, que es lo más importante, la dueña nos guió extraordinariamente por unos, según ella, entrantes, que consistieron en lo siguiente:

Empezamos con unos berberechos, que así dicho parece cualquier cosilla, pero ¡ay amigo! Estás en Coruña y en el restaurante Casa Vasca, eso no es un berberecho normal, su calibre es tal, que bien podría confundirse con una Vieira. Vamos a dar datos: diez  centímetros de diámetro, quizá nueve, pero no menos. Tomamos tres cada uno.

Algo bastante más grande que esto:



Sin salir de nuestra sorpresa, apareció encima de la mesa una fuente con tres, sí tres, tres preciosos crustáceos, también de gran calibre, en un punto de cocción que creo que nunca había experimentado, eran tres cigalas con nombre y apellidos. Cuando hablo del punto de cocción me refiero a esa suave textura en la que cierras la boca y no encuentras cigalas, encuentras sabor a cigala!

Estas son sus primas pequeñas y tristes:


Bueno, imagino que con esto, os estáis haciendo una idea. Pero falta añadir, como entrante, un poderoso cuerpo de centolla al estilo changurro. Ale.

Todo esto lo regamos con un albariño, que no es el que más me ha gustado, pero que no estaba mal, la verdad es que me habría gustado igual la comida sin que el vino tuviese ningún protagonismo.

El plato "principal" fue un pescadito, yo acerté claramente con una merluza a la gallega, Paloma disfrutó por lo rico de su lenguadito, pero no fue la mejor elección.

No fuimos capaces de tomarnos unas filloas, ¡qué pena!

Bueno,lo dicho, un sitio extraordinario. Espero que vosotros también vayáis y lo disfrutéis.

Seguimos en breve con algo más normal.

Salud!!!!!!!!

https://www.restaurantecasavasca.com




Estamos de vuelta

Por fin estamos de vuelta con un montón de experiencias gastronómicas que compartir.

Se nos ocurrió ponernos a ser padres, como si eso fuera cosa de un ratito. Ya veis, hasta hoy.

Empezaremos las nuevas entradas con un restaurante en Coruña que es una auténtica locura. Se llama Casa Vasca, jugando al despiste.

Nos organizamos y nos ponemos enseguida con la descripción que os va a encantar, o eso esperamos.

viernes, 3 de junio de 2011

De Madrid al Huerto en Quijorna (Madrid)



Foto de Lucas y Altea.

Cambiamos de tercio para animaros a comer verdurita ecológica cultivada por vosotros mismos.

Como no podía ser de otra manera, en cuanto nuestro amigo Lucas comenzó este proyecto, nos animamos a cultivar nuestro propio huerto y todavía no podemos hablaros del sabor de los tomates, las lechugas o los pimientos, pero sí del ambiente que se respira allí.


Para que os hagáis una idea, es una finca rústica a la que se accede por un precioso camino de tierra entre campos cultivados. En la finca hay una pequeña casita en la que refugiarse si hace malo y donde guardar aperos de labranza, utensilios de todo tipo, comida, bebida...Si tenéis hijos desde luego que esto es un regalo para ellos.




Lo más importante (como siempre) es que haga un buen día para poder disfrutar un ratito del campo, visitar tu propio huerto, hacerte un poco el hortelano y montarte una comida campestre en una barbacoa a la sombra de los pinos junto a tus amigos.

Foto de Altea.

Hay dos opciones, si tienes tiempo y ganas puedes cultivarlo tú directamente o bien encargarles el cultivo y recoger la verdura cuando esté lista. El precio por el alquiler de tu huerto es verdaderamente asequible (se puede alquilar entre varios) y está cerca de Madrid.

No os lo vamos a contar mejor que ellos mismos: http://www.demadridalhuerto.com/

De verdad, es todo un privilegio para los que viváis en la Comunidad de Madrid. ¡¡¡ Animaos y nos vemos en el huerto!!!

martes, 31 de mayo de 2011

Sharaku Las Rozas (Madrid)

Hace unos días cenamos en este restaurante japonés de Las Rozas que está escondido en la zona de El Cantizal. La zona es rara para un restaurante y más para uno como éste.


Una vez situados, podemos decir que el sitio está decorado con un sencillo estilo japonés, no tiene nada de sofisticado y eso en este caso, nos gusta: una barra larga donde trabajan los cocineros y se puede comer, y unas cuantas mesas (cuatro o cinco). Nosotros fuimos a la barra, al principio no muy convencidos pero luego nos gustó mucho comer ahí, creemos que incluso tiene más gracia que en mesa para comer en pareja. Tanto desde la barra como desde cualquiera de las mesas del restaurante, puedes ver como los cocineros elaboran los platos y manipulan el arroz.


El menú consistió en un poquito de sushi (niguiris, makis y temakis) y un atún a la plancha con salsa teriyaki. De todo ello, podemos decir que es muy destacable el maki de atún con puerro, uno de los mejores que hemos probado, pero todo lo demás está muy bueno también (niguiris de lubina o de langostino, temaki california...).

El atún a la plancha refleja la sensación con la que sales del lugar, que es que el producto es de mucha calidad. Es un atún que se te deshace en la boca cuando lo pruebas, lo mismo que sucede con cualquiera de los pescados que ofrecen.

Lo regamos todo con una botellita de vino valenciano que no era nada asombroso pero estaba bastante bueno, de hecho no nos costó nada acabarla.

Todo esto por 30 euros por cabeza. No lo encontramos caro porque salimos de allí rodando de tanto comer y 15 euros nos los habíamos gastado en vino, además es de los japoneses más auténticos que hemos conocido en Madrid. En definitiva, un gran secretillo asiático entre 20-30 euros .

Señores, pasen y vean.

C/ Iris, 2 28232 Las Rozas de Madrid - 916 315 919

domingo, 29 de mayo de 2011

Bar Casa Sierra (Madrid)

Feria de San Isidro, Madrid, zona de Ventas, ¿algún sitio de referencia?, sin duda, Casa Sierra.


Esta taberna fundada en 1925 es un lugar de referencia en la zona. Para llegar sin problemas hay que conocerlo porque está perdido entre las callejuelas que rodean la plaza de toros y no es fácil de encontrar.



Somos partidarios de no cerrarnos a nuevas experiencias pero, si uno es anti taurino, y sabemos que muchos de vosotros lo sois, mejor abstenerse porque la decoración puede herir sensibilidades. Cuando entras, lo primero que ves es una cabeza de toro disecada colgada en la pared.



Las paredes están llenas de mensajes taurinos, fotografías, recuerdos a toreros míticos... La tertulia generalizada versa sobre la tarde de toros, un ambiente curioso y casero.

La persona que nos descubrió el lugar pidió dos raciones de yemas con jamón y dijo: "esto es imprescindible, a partir de aquí lo que queráis", y qué razón tenía. El plato es una ración abundante compuesto por una cama de patata, yemas de huevo y buen jamoncito, no son los típicos huevos rotos y están escándalosamente buenos.

Éramos seis personas y pedimos dos de yemas con jamón, una de pijotas, rabo de toro (el mejor que he probado) y ensalada de feria (con tomate, atún, pimiento y cebolla). Buena calidad de los productos y excelente elaboración.

Con bebida y una copa al final salimos a unos 30 € por persona. Vamos, que no es un sitio barato, pero es muy recomendable.

Bar Casa Sierra: Pasaje Fundación, 22, 28028 Madrid 913 55 10 29


Lourditas, gracias por esta inolvidable tarde y por enseñarnos este secreto.

domingo, 22 de mayo de 2011

Asiana Next Door (Madrid)

Cuando pienso en este restaurante siempre me apetece volver, sea cuando sea...cualquier día...a cualquier hora...así que está claro que es uno de mis restaurantes preferidos de Madrid.

El Asiana Next Door es la versión desenfadada del restaurante Asiana (considerado uno de los mejores restaurantes asiáticos de Madrid) que está justo en el local de al lado, dentro de una misteriosa tienda de antigüedades orientales.

El Next Door, lo lleva el Chef burgalés Jaime Renedo que hace una interesante cocina fusión asiático-peruana. Renedo ha sido objeto de críticas por plagio, quizás porque fichó a Walter, uno de los cocineros del famoso restaurante Sudestada (del que por supuesto hablaremos más adelante), si bien hay mucha semejanza entre la cocina de ambos, diría que el Sudestada es más auténtico y completo y el Next Door es más sorprendente y divertido.

Para la primera vez lo mejor es pedir el menú degustación que son 35 € por persona sin incluir IVA y bebida. De esta forma, podrás saborear platos estrictamente asiáticos como el curry rojo de carrilera y platos fusionados con la cocina peruana que lleva ya varios años en auge, en la que la lima es un ingrediente protagonista, como por ejemplo en los kimuchis de zamburiñas y choritos Nam-Jim. Ya hemos comentado que no somos muy caprichosos con los postres y sólo hablamos de los que nos llaman mucho la atención, pues bien, aquí los postres son alucinantes.

La atención no está a la altura de las circunstancias.

La decoración es curiosa, en mi opinión de muy buen gusto, una mezcla entre mobiliario oriental rústico y muebles modernos con toques retro que da como resultado un ambiente íntimo y agradable para ir en pareja o con un pequeño grupo de amigos. Falla la acústica.

La carta de vinos es muy original pero se pasan bastante con los precios, probamos un vino sudafricano cuyo nombre no recuerdo que nos encantó e iba muy bien con el menú degustación, podéis preguntar por él.

Para terminar hay una barra en la que te preparan unos coktails impresionantes, eso sí, vuelven a pasarse con el precio.

¿Os apetece ir? Lo recomendamos encarecidamente, hay que saber que hinflan los precios en la bebida y que al final sales por 40-45 € persona pero merece la pena probarlo porque es toda una experiencia gastrónomica.

jueves, 19 de mayo de 2011

Miguelito el Cariñoso (Málaga)

Con ocasión de nuestro particular homenaje a Natalia, este fin de semana descubrimos este restaurante malagueño que sólo por el nombre ya nos cayó en gracia.

El hecho de acabar allí no fue una casualidad, fue una recomendación que coincidió entre varias personas del grupo. Al parecer, es uno de los restaurantes más frecuentados entre los malagueños para comer una fritura de pescaíto o una rosada en adobo cerquita de la playa. La elección fue todo un acierto. 

Es un sitio con solera que se encuentra situado en la zona de Pedregalejo, justo en frente de la playa. Lo primero que pedimos fueron los famosos espetos de sardinas y tanto el olor como el sabor fue algo espectacular. Fue en Málaga donde se empezaron a espetar las sardinas y a lo largo de la playa puedes ver como cada restaurante o chiringuito tiene los útiles necesarios para espetar el pescado. Utilizan barcas llenas de arena donde asan el pescado (normalmente sardinas) que previamente introducen en una especie de caña. Es una buena técnica para no ensuciar la playa y el resultado es increíble, nada que ver con las sardinas preparadas al uso.




Tomamos gazpacho malagueño, fritura, sepia, ensalada, coquinas y espetos, excepto la sepia todo riquísimo y altamente recomendable, el trato excelente, reinaba el buen carácter a pesar de que estaban muy liados.

Respecto al ambiente decir que es un sitio idóneo para ir en grupo o en familia y en cuanto a decoración, nada especial y sin embargo un lujo, un bar sencillo de playa con su terraza frente al mar ¿qué más se puede pedir?

Precio: aprox. 15 € persona. 

Conclusión: Pescado fresco de excelente calidad a buen precio en la playa de Málaga.

Paseo Marítimo El Pedregal 77 Málaga.